Visión budista de Urano en la casa octava.

   Urano en la octava casa estimula la espontaneidad emocional con otros seres. Dentro de esta persona habita una naturaleza vivaracha que funciona como catalizador de los demás.

 
 Una actitud negativa crea obstáculos por su rudeza. Vistos en retrospectiva, la espontaneidad en la acción o el discurso pueden llevar al individuo al arrepentimiento.

    Esta colocación genera percepciones intuitivas sobre lo que los demás hacen o dicen. Urano está libre de perspectivas convencionales de la vida, y por tanto ve las cosas de una manera única. Cuando la persona que tiene Urano en la casa octava se relaciona con otras, las estimula. Es un buen rasgo para un comediante debido a la naturaleza ingeniosa de Urano.

    En cuanto a la sexualidad se impone un carácter liberal, con ganas de experimentar. Aunque bastante desapegado. En este sentido debe aprender a mostrarse abierto a distintas personas y experiencias. El sexo abierto puede ser una opción.