Visión budista de Neptuno en la casa primera.

   Neptuno en la primera casa estimula la personalidad para que aparezca vaga y calmada. El individuo posee gran sensibilidad y aprovecha su apariencia de vaguedad para analizar las cosas y reflexionar sobre ellas. En sus primeros años de vida es como un barómetro de lo que sucede alrededor. Los niños con esta posición de Neptuno tienen pocos "filtros" para detener la energía emocional y mental de otras personas. Sólo responden ante los estímulos. La madurez proporciona una perspectiva y visión personales más sólidas. Neptuno utiliza la sensibilidad para entender a los demás y las situaciones a niveles profundos.


    Una actitud desequilibrada por parte de la persona que tiene esta posición de Neptuno, es dispersa y poco realista. La persona tiene demasiada imaginación y le resta claridad a sus acciones. También se afecta el discurso, pues sus conversaciones vagan sin un hilo conductor.

     Sin embargo, el individuo que con esta posición de Neptuno tiene una actitud inteligente y positiva ve a Neptuno como una antena dirigida al mundo. De inmediato recoge las imágenes mentales de lo que sucede. Para ser efectiva, esta clase de sensibilidad requiere diferenciar los deseos y pensamientos propios de los de otros. 

Neptuno en casa I, es como una Antena dirigida al mundo.


                                       

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