Visión budista de Marte en la casa octava.

    Marte en la casa octava tiene la habilidad carismática de influir en los demás. El deseo de actuar incluye a todos en el proyecto. Los efectos de Marte son evidentes en el interior. La persona es fuerte emocionalmente, por lo que la práctica espiritual con Marte en la octava es decisiva para dirigir la emociones con una motivación sólida.

    Una persona con esta ubicación de Marte, si está desequilibrada, se siente frustrada si otros no coinciden con ella. Los deseos a nivel personal, en alguien equilibrado, se proyectan en forma natural para incluir a los demás. El desequilibrio propicia la codependencia y la falta de límites. Con frecuencia la persona experimenta enojo cuando los demás no cumplen con sus expectativas. La persona con Marte en la octava casa asume que todos comparten sus deseos.

    La persona espiritual que tiene a Marte en la octava atrae a otros dada la clara definición inherente a esta colocación planetaria. También son atributos a destacar la determinación personal y la capacidad para motivar a los demás. La motivación es importante para resaltar los rasgos positivos de Marte en la octava casa. Si el motivo es bondadoso e inteligente, Marte beneficia a todos.


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