Psicología Analítica de Jung: Manifestaciones del Anima.

    Si bien hasta el momento he situado en paralelo anima y animus, conviene ya diferenciarlos. Cada una de estas imágenes del alma posee sus características propias, con aspectos positivos y negativos y aspectos positivos, y con funciones particulares en cada tipo de psiquismo.

     El anima corresponde a la vida de relación y afectiva. Se manifiesta mediante los humores, la inspiración y la intuición, el apego a la naturaleza, las dotes artísticas y la sensibilidad ante la belleza, las capacidades sentimentales, todas las actitudes impregnadas de amor por los otros y que son fácilmente designadas como femeninas por su aspecto pasivo, receptivo, sensorial y sentimental. Se trata del eros, que se constituye a partir del eros de la madre y del anima del padre.

      En su polaridad positiva, ella permite que el espíritu vibre al unísono con los verdaderos valores interiores. Su imagen arquetípica es la inspiradora, la musa. En su polaridad negativa, se manifiesta mediante un comportamiento irritable y susceptible. Incapaz de afrontar la realidad, el hombre se refugia en un seudointelectualismo que le aleja de la misma. Y suele efectuar observaciones mordaces, viperinas y mezquinas, sutilmente destructivas. Su imagen arquetípica es la bruja despiadada.

      Por lo general, el anima se manifiesta mediante una figura femenina única, perteneciente a uno de los cuatro niveles de representaciones, en función del estadio de desarrollo del psiquismo:

  • El anima del primer nivel se caracteriza por sus comportamientos instintivos. Se trata de figuras femeninas primitivas, que pueden semejarse a figuras colectivas tales como Eva o Venus; o negativas: las sirenas, la mujer fatal. El hombre es prisionero de sus afectos, está poseído por sus sentimientos y sus emociones y sin ninguna perspectiva posible.
Diosa Venus

  •  El anima del segundo nivel es la mujer de acción, Juana de Arco, Diana cazadora, las amazonas, en la que predomina la autonomía activa y la decisión, pero también cierta rivalidad con el  hombre. Éste tiene dificultades para afirmarse, y se vincula sobre todo con mujeres que lo dominan.
Diosa Atenea
  •  El anima del tercer nivel representa la sublimación del sentimiento. Las figuras femeninas que la representan están con frecuencia ligadas a la maternidad: la Virgen cristiana, Isis, Deméter, Kali. Si bien la Virgen cristiana no muestro sino un aspecto luminoso, las otras figuras son portadoras de vida a la vez que de muerte, de iniciación y de destrucción.
Diosa Isis
  • El anima del cuarto nivel, el estadio más elevado, corresponde a la sabiduría trascendente acorde a la imagen de Atenea, la Sofía de lios gnósticos, las iniciadoras y las musas. La dimensión femenina se relaciona estrechamente con la dimensión masculina. Y ella se convierta plenamente en acompañante del yo en una dimensión de plenitud y de armonización.
Diosa Atenea

       Todas estas tendencias pueden animar y fascinar a una psique masculina, tanto en positivo como en negativo. El encuentro de lo femenino se efectúa necesariamente a través de toda una gama de representaciones ligadas al desarrollo de la psique.
 

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