Perspectiva Budista de Saturno: El Conservador.

    Saturno tampoco difiere mucho en su visión budista de la perspectiva tradicional occidental. Saturno estimula la actitud conservadora. Su colocación influye en una persona al brindarle un acercamiento pragmático y razonable hacia los problemas. Los aspectos positivos relacionados con Saturno pueden hacer que los nuevos proyectos se desarrollen en forma lenta, pues estimula el deseo de moverse gradualmente hacia nuevas direcciones. Saturno crea la duda. El individuo puede sentir la falta de confianza de una nueva situación. Este planeta busca con desesperación situaciones de seguridad.

    La influencia negativa de Saturno provoca que desarrollemos una actitud obstinada, resistencia al cambio, miedo e inseguridad. Un aspecto negativo de Saturno puede ser un lastre para los otros planetas, y hacer que retrocedan temerosos. Este sentimiento de inseguridad es el problema principal. Puede manifestarse por igual mediante comportamientos introvertidos o extrovertidos. La expresión particular depende de la actitud del individuo y de factores relativos a la educación y la presión social. 

   Los individuos introvertidos resienten la influencia de los aspectos astrológicos tensos que forma Saturno y llegan a identificarse con la debilidad. La persona se identifica con el sentido dubitativo de Saturno y lo acepta, lo que en su forma extrema se traduce en un sentimiento de inutilidad y en baja autoestima. Sin duda una relación negativa con uno mismo.

   Un individuo de personalidad extrovertida puede expresar la influencia negativa de Saturno como agresión. Experimenta inseguridad, pero como posee una personalidad extrovertida, esconde tal inseguridad bajo una gran máscara de altanería. Cuando tiene cierta conciencia de sí mismo, sólo se muestra obstinado y resentido con los demás.

    Sin embargo para los budistas, la influencia espiritual de Saturno es muy valiosa. Este planeta contribuye al desarrollo de la sabiduría profunda gracias a la aguda percepción que proporciona. Cuando se combina con una actitud meditativa, Saturno es reflexivo y tranquilo. Por eso el lado positivo de Saturno es muy apreciado en el budismo.

Saturno en su lado positivo es meditativo,  reflexivo y tranquilo y eso nos permite profundizar. De la misma forma que unas aguas tranquilas nos permite mirar bajo su superficie.

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