Cosas que dan suerte o desgracia.


  Hoy mi amigo Gabriel Humberto de México, me preguntaba por el Facebook si había algun modo de averiguar el número de la suerte con la astrología. Al respecto y con los años yo me he formado mi propia opinión. Es posible que al darla sorprenda a muchos, ya que no sigo los cauces tradicionales, que si sigo en otras cosas. En este sentido estoy más influido por la astrología kármica. De hecho, he probado con familiares y amigos mi método y siempre les ha ido muy bien.
Diosa de la Fortuna
    Precisamente estos días estoy explicando en mi Blog, como bien sabéis, todo lo relacionado con la Parte de la Fortuna y estoy ofreciendo a mis seguidores de mi página de Facebook Astrología Para Todos la posiblidad de hacerse una carta natal breve donde les explico su misión kármica con los Nodos y como y donde pueden obtener felicidad con la Parte de la Fortuna. No creo que sea casualidad, que precisamente ahora me hagan esta pregunta. Llega en el momento oportuno. Hace mucho que deje de creer en las "casualidades.

 Siempre se ha pensado que la suerte tiene que ver con Júpiter en la carta natal, pero la suerte de Júpiter es la que nos trae oportunidades para crecer y desarrollarnos. También es cierto que nos hace a veces estar en el lugar y el momento oportunos. Sin embargo, la suerte que Júpiter proporciona no siempre nos puede hacer feliz. En ocasiones puede resultar un caramelo envenenado. Especialmente si Júpiter está mal situado en la carta natal y si está mal aspectado o retrógrado -lo cual significa que existen otras energías que se le contraponen- la suerte se escapa. Otras veces Júpiter nos trae oportunidades y no las reconocemos porque no nos hacen felices del todo. Júpiter rige dos signos duales como son Sagitario y Piscis y su naturaleza a veces se expresa de forma contradictoria. Esto se explica muy bien en este cuento chino:
Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse con él, y lamentar su desgracia, el labrador les replicó: «¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe? Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió: «¿Buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?». Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?». Una semana más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota le dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
Todo lo que a primera vista parece un contratiempo. puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañoso. Así, pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena suerte y mala y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.
 Tomado del libro “Sadhana, un camino de oración“, del místico y sacerdote católico Anthony de Mello (1931-1987).
   
     Sin embargo, esto no ocurre con la Parte de la Fortuna, en ella la suerte es más reconocible -ya que en ella intervienen los tres puntos más personales de la carta: Sol, Luna y Ascendent-. Todo el mundo se pregunta a veces cuál es el secreto para llegar a ser realmente feliz, pero la respuesta no es tan simple como parece, ya que a menudo tenemos conceptos erróneos acerca de nuestras verdaderas necesidades. Pensamos que nos hace falta algo que en realidad no es esencial, tenemos ídolos inadecuados o nos orientamos según las ideas de otros. El resultado es que, antes de darnos cuenta, hemos tomado el camino equivocado, lo que descubrimos muchas veces cuando ya es demasiado tarde.

  Sin embargo, si sabemos lo que nos puede proporcionar auténtica felicidad, estamos en condiciones para tolerar circunstancias incómodas e incluso tomar decisiones dolorosas con el fin de lograr nuestros ideales. En este sentido, el Punto de la Fortuna (del lat. pars fortunae), o simplemente Fortuna, sirve como referencia, simbolizando nuestros principios personales, que en ninguna situación debemos olvidar. No es un planeta, sino un punto sensitivo que tiene su origen en la astrología árabe.

 Como es de suponer, no es casualidad que el cálculo del Punto de la Fortuna se base en las posiciones del Sol, de la Luna y del Ascendente. Se considera que esas tres energías son fundamentales para el hombre y tienen una influencia considerable sobre la formación de su carácter. El Sol es símbolo de su identidad y de sus objetivos conscientes; la Luna simboliza su lado emocional, así como sus reacciones conscientes e inconscientes, mientras el Ascendente, como personalidad visible, expresa en cierto modo tanto al Sol como a la Luna. La conexión entre estos tres factores recibe el nombre de pars fortunae, el Punto de la Fortuna. Ese punto sensitivo señala aquel lugar en la carta astral donde el Sol, la Luna y el Ascendente se pueden expresar de la forma más armoniosa. Así pues, indica por emplazamiento aquella esfera de la vida que nos ofrece la mejor opción de experimentar verdadera felicidad; nos muestra el lugar donde está escondido nuestro tesoro, nuestra fortuna. Por eso todo lo que se corresponda con el signo zodiacal en el que tenemos nuestra Parte de la Fortuna -calculado de forma tradicional- son cosas o lugares que nos proporcionarán suerte.

     Pero si sabemos lo que nos proporciona suerte, también podemos saber que cosas nos atraen la desgracia, nos boicotean la vida y nos fastidian a base de bien. Eso se sabe a través de las cosas que se corresponden con el Parte del Infortunio. Ya que si existe el bien, también existe el mal y el Parte del Infortunio es la contrapartida a la Parte de la Fortuna. Dios aprieta con el Parte del Infortunio, pero no ahoga, pues nos proporciona la Parte de la Fortuna.

  Algunos de vosotros me podéis preguntar: ¿Qué ocurre si el Parte de la Fortuna y el del Infortunio están en el mismo signo? Bueno, pues eso es una "salsa agridulce". Significa que las mismas cosas que nos pueden beneficiar nos pueden perjudicar y que por tanto, la suerte en ese caso depende más de nosotros.

   Bien aquí lo que estamos intentando es encontrar cosas que nos proporcionen suerte. No lo olvidemos. En astrología kármica, siempre se ha entendido que los signos representan distintas manifestaciones de la energía. Si un planeta es el QUÉ un signo es el CÓMO. Teniendo en cuenta esto, por el signo responde a la pregunta CÓMO TENEMOS FORTUNA o CÓMO TENEMOS DESGRACIA.

    Sin embargo, saber el cómo no siempre ayuda a conseguirla y es que la suerte no es tan fácil de atrapar. Conocer el CÓMO no lo garantiza todo, falta saber el CUÁNDO y eso solo se puede averiguar con las Direcciones y Atacires, Progresiones, Revoluciones Solares y Lunares, Tránsitos. Es muy complicado. Además la suerte no siempre se tiene que dar en lo material, se puede dar en muchos órdenes de la vida. Las casas señalan el DÓNDE. Si uno tiene el Parte de la Fortuna en la Casa II puede que sea material, dinero. Pero si lo tiene en la casa IV, puede ser en la familia. En la casa V puede ser en el juego y por supuesto siempre que no haya ningún otro planeta maléfico en la misma casa e incluso signo donde se encuentre y a veces la casa también representa el QUIÉN si hace referencia a personas, por ejemplo, la casa VII es la pareja o el socio.

     Finalmente me queda añadir el tema de las correspondencias. Este es un tema muy subjetivo y diversos autores han creado las suyas. Yo creo que las correspondencias tradicionales antiguas en algunas cosas está bien, pero en otras no tanto. La cultura del hombre distinto ha cambiado y la geografía del planeta también, incluso el clima. Entonces se tienen que utilizar correspondencias conformes al hombre moderno, pero respetando al máximo la tradición.

    Mi amigo Gabriel Humberto me preguntaba por los números y los pondré aquí. No obstante, tengo pensado en futuros artículos escribir las correspondencias que establezco para todos los signos. Si a alguien no le gustan, entonces que estudie, medite y que establezca las suyas.
Aries = 9, Tauro = 6, Géminis = 5,  Cáncer = 2, Leo = 1, Virgo = 5, 
 Libra = 6, Escorpio = 9, Sagitario = 3, Capricornio = 8, Acuario = 4, Piscis = 7
    

Comentarios

  1. Gran artículo, todo tu blog es impactante, asertivo e inteligente, gracias

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  2. Gracias Segundo...interesantisimo!

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