Nuestra Divinidad

Si los granos de arena pueden connvertirse en reflejo de lo divino, piensa simplemente lo que puede ocurrirle al ser humano.
                                                                  -SU SANTIDAD, EL DALAI LAMA, Tíbet

   En muchas ocasiones olvidamos nuestro potencial. Estamos tan enredados en el remolino del vivir día a día, que nos volvemos como águilas cuyas garras están llenas de alquitrán.

   Cada nuevo día nos ofrece la oportunidad de recordar que cada uno de nosotros es reflejo de lo divino. Nuestro ser interior lo sabe; nunca lo olvida. Lamentablemente, vivimos en una sociedad que hace todo lo que puede para que olvidemos nuestro conocimiento interior más básico. Es necesario que recordemos, no que desmembremos, lo divino.

   Nuestro reflejo de lo divini siempre está presente. Con nuestra divinidad viene la responsabilidad. Si recordamos esto, todo es posible.

                                                            

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